Hoy os explicamos la metodología “Agile” que es empleada por empresas como Google, Amazon o Microsoft en el desarrollo de sus proyectos. Su éxito radica en la capacidad de organizar y repartir el trabajo de una manera rápida y flexible entre diferentes equipos multidisciplinares.
Esta metodología Agile mantiene la dirección sin caer en la rigidez de los conocidos métodos en cascada o waterfall, los cuales planean el trabajo desde el principio, sin lugar a imprevistos. Como bien sabemos, los imprevistos surgen, y si no están contemplados como sucesos probables, cuando aparecen resulta imposible reaccionar a tiempo.
La solución a esto la trae el método Agile, a través de su “agilismo”. El agilismo mantiene la capacidad de tomar la mejor opción en cada momento sin comprometer el proyecto. Los métodos Agile más populares del momento son Scrum y Kanban.
Desde sus inicios, la metodología Agile reivindica 4 valores:
- Las interacciones de las personas sobre los procesos y las herramientas.
- Un software en funcionamiento frente a documentación exhaustiva.
- La participación activa del cliente durante todo el proceso de desarrollo.
- La capacidad de respuesta ante los cambios e imprevistos.
Para llevar a la realidad esta metodología se deben de seguir una serie de pasos:
El primero es tener en cuenta que los profesionales a nuestro cargo y nuestros propios responsables han aprendido de la vieja escuela, por lo que es importante que entiendan que no solo hay que cambiar los métodos, sino las herramientas de gestión. Para algunos trabajadores, cuestionar qué herramientas usan es cuestionar su experiencia, y tienden a ser reacios a los cambios, sobre todo cuando no entienden los motivos. Por ello, en E-Linois siempre insistimos en la comunicación efectiva dentro d ela organización.
Es necesario hacer un buen trabajo de comunicación siempre, y más antes, durante y después de implantar métodos Agile para que quede claro el objetivo y los motivos de su implantación.
En la organización se deben dar a conocer sus beneficios para saber qué dificultades encuentran los trabajadores en su uso y para ver cómo mejorar con el tiempo.
Las reuniones pasan a ser esenciales.
Es vital reservar unos minutos cuando empieza la mañana y está todo el equipo reunido chequear el estado de las distintas tareas de los proyectos. Aunque lo único que se diga por parte de algún departamento o empleado sea que “no hay novedades”. Pero siempre se debe hacer.
Tener reuniones periódicas de este tipo siempre es efectivo y productivo, ya que redirigen día a día la capacidad de trabajo a las tareas pendientes y evitan las pérdidas de tiempo. Si durante la reunión matinal el responsable observa que alguna tarea requiere de más personal, podrá asignarlo durante el día a esa tarea específica.
Entre los beneficios de este tipo de “rutinas mañaneras” encontramos: la cohesión de equipo, la participación y la implicación de los proyectos. Esto es así porque el mismo proyecto acaba siendo tarea y logro de todos los implicados.
Este método Agile parte de la base de que la empresa tendrá que responder de forma rápida a los cambios del entorno, cada vez más turbulentos. Para ello se dejan abiertas las tareas más alejadas de la línea temporal, aunque con una clara orientación a un objetivo definido.
Con la colaboración entre equipos se consigue velocidad, fluidez y dinamismo. Las aportaciones de unos y otros enriquecen el resultado final.
Implementación de la metodología Agile.
El liderazgo es esencial, y en la implementación de esta metodología también. Agile es el liderazgo y el cambio de cultura empresarial. Saber dialogar y motivar a los equipos para vencer sus reticencias, convencerlos de los beneficios e involucrarlos en el cambio. El compromiso con el modelo es fundamental para su éxito.
Aplicar Agile conlleva cumplir estos 12 principios:
- La prioridad es que el cliente esté satisfecho y siempre informado del estado del proceso.
- Los requisitos del proyecto pueden cambiar y no se verá como un problema, sino como una ventaja competitiva.
- Las entregas se realizan periódicamente y en periodos cortos. La planificación se realizará desde las dos semanas, a los dos meses.
- El equipo debe trabajar de forma conjunta y coordinada.
- Es prioritario motivar al equipo, confiar en los miembros y proporcionarles los recursos o apoyos que necesiten.
- Las reuniones Scrum son el método más efectivo para comunicarse.
- El éxito depende de si el producto final funciona y es satisfactorio.
- Los procesos deben ser sostenibles, tanto en recursos materiales, como en la gestión del tiempo y el ritmo de trabajo.
- En todo proceso o etapa debe prevalecer la excelencia técnica.
- Prevalece la ley de la simplicidad: menos es más.
- La organización de los equipos es esencial para dar con un buen diseño.
- Los tiempos para la reflexión y buscar mejoras es necesario e igual que importante que el resto de fases.
Scrum y Agile: similitudes y diferencias.
Agile es mucho más que una metodología, es un conjunto de valores y de principios a seguir para evitar que surjan típicos problemas del desarrollo de software. Es un movimiento frente a las metodologías de desarrollo de software tradicionales, por lo que representa los principios como tal.
Scrum, a diferencia de Agile, no es una metodología. Scrum es un framework porque está formado por una serie de eventos, artefactos, roles, normas… para un determinado fin, por lo que si no se siguen paso a paso no se estará haciendo Scrum.
Conclusión
La metodología Agile rompe los esquemas de los proyectos planificados linealmente, formas de trabajo tradicionales poco productivas y demasiado prolongadas en el tiempo. Con Agile se pueden ejecutar proyectos basados en entregas más rápidas y flexibles con la puesta en práctica de planificaciones rigurosas y exhaustivas, que tienen en cuenta las novedades y modificaciones que pueden surgir a lo largo del proyecto.